EDISON: DEL BASTION OBRERO A LAS NUEVAS GENERACIONES
Posted in Junio 3rd, 2009 by Rodrigo Mold in Clubes de barrio
Nota y Fotos: Rodrigo Mold
El 1º de mayo de 1941 un grupo de vecinos del barrio Industrial, decide fundar un club social y deportivo para la zona, que en su mayoría estaba poblada por trabajadores del Ferrocarril. Jóvenes y obreros comienzan el camino, incentivados por el gusto de jugar a las bochas, bajo el nombre de “Juventud y Alegría”.
El inicio fue sobre un terreno que estaba en la calle Díaz Vélez entre Junín y Polonia. Luego se trasladó a calle Iguazú Nº 490, lugar conocido, por entonces, como corralón de materiales López. Para 1944 este grupo de vecinos, que fue creciendo con los años, comienzan a plantear un club de mayores dimensiones y actividades. Es así que adquieren un lote de 19,80mts de ancho por 70mts de largo, que con el tiempo se fue ampliando, en calle Iguazú 350 bis, donde actualmente están sus instalaciones.
En aquel lugar se encontraba por entonces el club Argentino de Rosario, el “Salaíto”, que más tarde se trasladaría a calle Sorrento.
La segunda Guerra Mundial devastaba Europa y el proceso de inmigración volvía a repetirse en el país. De esta manera el hecho de instalar un club social generaría un lugar en común, donde los trabajadores del ferrocarril y de distintas industrias de la zona, sus hijos y los inmigrantes podrían escapar a sus pesares, por lo menos por unas horas y compartir algo más que un partido de “Bochas”.
Conocé la historia del Club Edison que sin lugar a dudas es el correlato de nuestros suceso históricos. Sus protagonistas, imágenes, anécdotas imperdibles y su presente.
Cuando hablamos del club Edison, no sólo estamos contando su historia, sino además podemos observar desde lo social, la importancia de un lugar cuya función ha determinado la impronta de un barrio. Su crecimiento los transformó en el lugar de encuentros de la zona y significó la pavimentación de las cortadas como Júpiter (actualmente Bogado), Rosini y Polonia, entre otras, que de no haber sido por el auge del club, dificilmente se hubieran pavimentado.
Jorge Alberti es un ex presidente del club que recuerda que “El viejo Grissi (Arnaldo), fue el que comenzó con los primeros bailes en el club. En el ’60 ya integraba la comisión directiva y para el ’61 comienzan a organizar estos bailes, que eran famosísimos. Venían entre mil y mil doscientas personas. De la década del los años sesenta a los setenta, fue la época más gloriosa, creo yo, del Edison”.
Oscar Timoneda de 83 años es el actual secretario y de aquellos años recuerda “que en su momento de mayor auge trajimos a Marrone (“Pepitito”), ‘Sandro y Los del Fuego’, ‘Los Wawanco’ y ‘Chico Novarro’ entre otros. Inclusive para estos eventos, el club se asociaba con la vecinal y esto era una barbaridad de gente.
La anécdota que significó un gran progreso
“Además de ellos hay dos personas que nos dieron una gran ayuda, ellos son Carlos López, que fue concejal de Rosario y Hugo Cromenauers que fue presidente del club a principio de los ‘90. Hay una anécdota con ellos que deriva en un gran avance del club. Hugo consigue un permiso de bingo y nos propone instalarlo en el club en el año 1985. Nosotros teníamos toda la estructura, que era la pista, pero estaba al aire libre, nos faltaba techarla y hacerle los laterales. Me acuerdo que vinieron de Santa Fe y firmamos los permisos, pero no teníamos el lugar propicio, entonces Cromenauers, que tenía chatarrería se cae un día con todas las chapas para hacer la obra. Nosotros pensábamos pagar las chapas y el trabajo con la ganancia del bingo. Resulta que no vino nadie, estuvimos dos meses y la gente no vino. Tuvimos que cerrar el bingo, cedimos los permisos y firmamos unos papeles que nos comprometíamos a pagar las chapas. Llegaron los papeles y no los podíamos pagar, ni siquiera una cuota. Hugo, que puso las chapas y la gente de Santa Fe que nos había dado el permiso nos citan a una reunión y agarraron los papeles y los rompieron, sabes que nos dijeron… ‘ya está, el tinglado para el club es gratis’. De esas cosas hay que acordarse y hacerlas saber porque estos hombres se merecen estar en la historia de Edison”, remarca Alberti.
La gran gloria deportiva
Esta llego a trevés del Básquet que por una hazaña deoprtiva, Edison alcanza la primera en el año 1977, y aunque duraría sólo un año, esto fue uno de los hechos deportivos más importantes para sus socios.
De Jorge Falcón al pedido de quiebra
Corría el año 1987, Raúl Alfonsín estaba de Presidente y nuevamente la democracia parecía tambalear, Argentina todavía saboreaba el campeonato del mundo obtenido en Méjico ’86 e Internet sólo era un cuento de ciencia ficción.
Ese mismo año, más precisamente el 21 de febrero de 1987 los directivos del club deciden realizar un baile e invitar al cantante de tango Jorge Flacón, quien por entonces atravesaba una cruel enfermedad.
Todo estaba dispuesto, las mesas, la concurrencia masiva estaba garantizada y los barriles de chop a punto. Minutos previos a la llegada de Falcón, uno de los asistentes se acerca a un barril de chop para servirse, por esas cosas del destino el barril explotó. Automáticamente el descontrol sumó a los asistentes, el saldo dos heridos. Un directivo del club decide llevarlos a un hospital de urgencias y las consecuencias fueron un herido leve y otro que perdió parte de la movilidad de una de sus manos. Este último decide iniciarle un juicio al club que duró 7 años y que por supuesto lo ganó. Para 1994 Edison sumaba, a la devastadora gestión antipopular y privatista de entonces, una deuda de miles de pesos que de no pagarla el club llegaría a la quiebra y por ende a su final. Es ahí donde los vecinos y socios emprenden una cruzada para recaudar fondos y salvar a la institución más significativa del barrio. Así fue que lograron hacer una primera entrega importante de dinero y financiar el resto.
¿Pero como terminó el show de Falcón aquella noche? Finalmente Jorge Falcón tocó ante un club repleto, comieron y terminaron los barriles de chop, seguramente. Pero lo más significativo fue que esa noche posiblemente haya sido una de las últimas actuaciones en público de Luis Iglesias más conocido como Jorge Falcón, ya que al poco tiempo el cantante murió, un 2 de julio de 1987 dejaba este mundo a los 37 años.
El Bochófilo
Homero Ridao fue directivo del club y no sólo es uno de los socios del club más reconocido por los vecinos de Industrial, sino que además fue uno de los se ocupó durante su esplendor de organizar los torneos de bochas.
“Hasta el ’83 las bochas funcionaron muy bien, es más, por aquellos años teníamos un plantel de 40 mujeres trabajando para el club, que colaboraban a la par de los hombres, y 20 de ellas jugaban a las bochas. Las nuevas generaciones que fueron viniendo no les interesaba las bochas y esta actividad se fue perdiendo”, lamenta Homero.
- ¿Cómo era en aquel entonces el entorno y el ambiente del club?
Era como una gran familia de gente obrera. Empleados del Ferrocarril, de Estexa y de la Algodonera que venían al club con sus hijos. Antes el obrero, durante fines y mediados de la década del ’70 trabajaba de 06 a 14 hs, y para eso de las 17 se iba para el club, a jugar a las bochas, a las cartas, a tomar algo. Hoy trabajan todo el día y la plata no les alcanza para nada.
- ¿Qué comercios característicos del barrio recuerda de aquellos años?
Uno de los más famosos era la chopería “El Alemán”, que estaba Travesía y Junín donde se tomaba cerveza de elaboración propia y se comía Chucrut y Entrecot preparados por el alemán “Don” Antonio. La granja “Itatí” que comenzó sobre calle Irigoyen (Ahora es Bogado) y luego se trasladó a Junín e Iguazú. Por Vélez Sarsfield la pizzería “Jiménez”.
Las Aguas Termales de Industrial
El 4 de mayo del 2005 se inaugura la pileta climatizada, totalmente reformada.
Las obras que se realizaron fueron la instalación de la estructura metálica, donde se montaría la carpa, nuevos vestuarios, recepción y sala de máquinas donde se ubicaron la caldera y los termotanques. Además se hicieron rampas de acceso para personas con capacidades diferentes.
Un grupo de jóvenes profesionales, dedicados a la educación física, guardavidas y profesores de natación llevaron adelante este proyecto con total éxito al cual llamaron “Complejo Termales”. Esta actualización, en cuanto a la climatización de la pileta del club, es una concesión que a Edison le permitió revalorizarse y aumentar su caudal de socios. Al mismo tiempo el resurgir del club revitalizó la zona y la convirtió en un mini centro comercial de gran confluencia.
Edison es uno de los grandes sobrevivientes de los clubes de barrio que para continuar en pie no tuvo que vender parte de sus instalaciones. Aunque ciertamente con miradas distintas, todos los socios y vecinos han aportado su granito de arena para está institución que hoy, como en sus inicios intenta llenar de Juventud y Alegría a Industrial.
Fuente: Crónicas de Rosario
http://www.cronicasderosario.com.ar/?p=271
Fuente: Crónicas de Rosario
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